EL MUNDO:
DIBUJANDO el trabajo de los movimientos sociales y el trabajo por la Patria Grande. © La guerrillera INTI MALEYWA (FARC-EP). |
Por: Valmen
Junio 18 de 2012
Lo que minuto a minuto, hora a hora y día a día reflejan las
parciales, distorsionadas y fríamente calculadas noticias, difundidas a través
de los grandes y poderosos medios de comunicación, es la inocultable
desesperación del imperio, de sus aliados europeos y de sus acólitos en no
pocos lugares del mundo, debido a la fuerza real y creciente que está tomando
el movimiento social, con banderas de activo rechazo a las políticas
empobrecedoras y de miseria absoluta, decretadas por sumisos gobiernos e
impuestas por implacables y demoledores mecanismos financieros, como el Fondo
Monetario Internacional, con lo que
pretenden socializar los grandes efectos de la monumental crisis.
Es impactante, a la vez que esperanzador, fijar la vista
sobre imágenes que muestran las crecientes movilizaciones, siempre hostigadas
por las fuerzas policiales que se apoyan en esquemas "legales" y
utilizan modernas armas y equipos para provocar, agredir y atacar a sus propios
pueblos. La ultraderecha, en todo el mundo, mueve y remueve represivas
maniobras anti-protesta y anti-movilización, pero el persistente y decidido movimiento
social sigue desarrollando espacios de unidad, de organización y de acción. Al
pro-imperialismo, al pro-capitalismo y al pro-neoliberalismo se les han perdido
los libretos de las supuestas "democracias", del supuesto
"respeto" a los derechos humanos, del "sueño" americano,
del "paraíso" europeo" y de los engaños maquiavélicamente
adornados. Ahora solo disponen de tiempo para practicar la guerra, la
injerencia, las desestabilizaciones y las brutales intervenciones.
Salvarle la vida a la verdad es una responsabilidad de todos
y para todos.
La clase dominante, los gobiernos de turno y el grueso coro
de pro-imperialistas, pro-capitalistas y pro-neoliberales, siguen
intensificando las campañas estigmatizadoras, calumniosas y de peligrosos
señalamientos. Frecuentemente las fuerzas que luchan por salvarle la vida a la
verdad, haciendo grandes esfuerzos para desenmascarar la mentira y el engaño,
vienen denunciando al poderoso poder mediático como alimentador de esa
aterradora violencia que apunta y hace blanco en las grandes mayorías
populares, siendo ese mismo poder uno de los más encumbrados responsables de la
injusticia social, la antidemocracia, la antisoberanía y la impunidad,
favoreciendo y protegiendo a los de bien arriba. La lucha por la verdad es una
lucha difícil y totalmente vinculada a la imperiosa necesidad de construir
unidad, de construir conciencia social y política, ganando a la vez decisión de
lucha, de organización y de movilización. Quienes fabrican
"verdades", a partir de escandalosas mentiras, dirigen sus peligrosos
dardos en contra de la credibilidad, la confiabilidad y la esperanza en
propuestas, banderas y liderazgos. Las maniobras a partir de los engaños son en
realidad peligrosas armas que en definitiva buscan dividir y dispersar a los luchadores por una patria mejor, por
una patria de todos y para todos. Es y será la fuerza de la verdad lo que
permita al pueblo colombiano conquistar la salida política al conflicto interno
y derrotar en las calles, de ciudades, pueblos y veredas, a la mentira, al
engaño, a la ultraderecha, a la corrupción, al narcoparamilitarismo, a la
narcoparapolítica y a la narcoeconomía.