Los mercenarios al servicio del neocolonialismo |
Por Alejandro Torres Rivera
17 de mayo de 2013 / Sucesos recientes en el conflicto en Siria
provocan, una vez más, la discusión en torno a la guerra civil en curso en este
país del Medio Oriente. Luego de casi tres años, el conflicto armado entre
fuerzas insurgentes opositoras al gobierno constitucional del presidente Bashar
al-Asaad, con la colaboración de mercenarios armados por Occidente y algunas
monarquías árabes afines a los intereses de Estados Unidos y la Unión Europea,
deja ya una estela de más 70 mil muertos y cerca de 1.2 millones de refugiados.
Cuando nos referimos a estos sucesos recientes, hablamos de los ataque
perpetrados por el gobierno de Israel contra blancos localizados dentro de
Siria mediante el uso de misiles disparados desde aviones de combate que
volaban sobre el espacio aéreo de Líbano y los nuevos intentos de realizar una
conferencia internacional sobre la situación en Siria a efectuarse próximamente
en Ginebra.
Siria es un país localizado en el Medio Oriente el cual tiene
localizadas sus fronteras, al Norte con Turquía; al Este con Iraq; al Sur con
Jordania; y al Oeste con el Mar Mediterráneo, Líbano e Israel. Como Estado
político, Siria advino a su independencia de manos de Francia en 1946, pero no
fue sino hasta 1963 que adoptó su actual sistema de gobierno republicano. Su
Constitución define su modelo político como una República Democrática, Popular
y Socialista.
A pesar de ser un país musulmán, donde en su población de 19 millones
de habitantes predomina la corriente musulmana suni (la cual a diferencia de la
corriente chiita no postula el establecimiento de un gobierno teocrático basado
en la ley islámica sino un gobierno secular con separación entre la religión y
sus instituciones); gran parte de sus gobernantes y dirigentes militares
profesan la corriente musulmana alawita, también conocida como ¨ansari¨ o
¨nusari¨. Se trata de una especie de sincretismo religioso entre la fe
musulmana y la fe cristiana donde a la vez que se asemejan a los chiitas en
cuanto al reconocimiento de la figura del Imán y su función como director
doctrinal de la fe, de otro lado no se adscriben a los cinco principios del
credo musulmán, incorporando elementos provenientes del cristianismo ortodoxo.
Los cinco principios del credo musulmán seguidos por las corrientes
chiitas y sunis son los siguientes: Sólo existe un Dios único, invisible e
inmaterial cuyo nombre es Alá y Mahoma es su profeta; todo creyente en el Islam
debe rezar cinco veces al día inclinándose hacia donde está localizada La Meca;
quien profesa la fe musulmana viene obligado a ofrecer limosna equivalente a un
2.5% de sus ahorros; todo musulmán viene llamado a ayunar durante las horas del
sol en el mes del Ramadán; y todo musulmán debe aspirar al menos una vez en su
vida peregrinar hacia La Meca. La población alawita en Siria representa el 12%
de su población.
Desde la presidencia de Hafez al- Asaad, quien dirigió el país desde
1970 hasta el año 2000, y luego, bajo la presidencia de su hijo Bashar al-
Asaad, Estados Unidos ha señalado a Siria dentro de la lista confeccionada por
dicho país como uno de los ¨ejes del mal¨ junto con la República Islámica de
Irán y antes,a la Gran Jamahiriya Árabe Popular Socialista de Libia.
A raíz de la exitosa campaña militar depredadora de Occidente contra
Libia hace apenas poco más de dos años, Occidente ha puesto en marcha un
proyecto de desestabilización contra el gobierno constitucional sirio como
parte del juego imperial por el control de la región del Medio Oriente. La
estrategia desarrollada se basa en una guerra de baja intensidad sostenida en
un conflicto interno que ya tiene las características de una guerra civil.
Para Occidente, asumido ya el pleno control de Iraq; colocada dentro
de su órbita las monarquías de la península árabe, Jordania y Kuwait; junto con
la invasión y ocupación de Afganistán y el control de los sectores gobernantes
de Paquistán;un control eventual sobre Siria representa a su vez el
aseguramiento del control sobre Líbano y la organización Hezbolah y el
reforzamiento de una punta de lanza en una eventual agresión sobre la República
Islámica de Irán. De completarse tal plan con el apoyo activo de Israel y
Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea asumirían el control absoluto de la
inmensa mayoría el territorio y los recursos naturales del Medio Oriente y Asia
Central.
En el caso de Siria, a diferencia de lo ocurrido en Libia, tanto la
Federación Rusa como China, han bloqueado el pretendido uso del Consejo de
Seguridad de la ONU y sus Resoluciones como ente justificador de una
intervención militar directa. Por eso Estados Unidos y la Unión Europea, con el
apoyo directo de países árabes como Arabia Saudita, Qatar y Jordania de un
lado, y de Israel del otro, han provocado un conflicto civil de grandes
dimensiones. Éste ha transformado a Siria en un inmenso campo de batalla como
parte de una guerra irregular similar al desarrollado en la década de 1980
contra el gobierno sandinista en Nicaragua. Su propósito explícito es el
derrocamiento del gobierno constitucional que hasta ahora ha sido un Estado
funcional, para sustituir el mismo por lo que sería un Estado fracturado y
fallido.
En la agenda de sumergir a Siria en el caos, a la vez que Israel sirve
como puesto de avanzada de la agenda imperialista de dominación de la región,
también ese país localizado en el Medio Oriente desarrolla una política que le
permita adelantar sus propios intereses. En un reciente artículo publicado en
HISPANTV por el Dr. Kevin Barret titulado Objetivo
diabólico de Israel en Siria, el autor indica que las acciones
desarrolladas por Israel en las pasadas semanas al bombardear blancos dentro de
Siria persiguen dos objetivos principales: primero, debilitar a Siria para
restarle fuerzas que le permitan recuperar la zona capturada durante la Guerra
de 1967, conocida como las Alturas de Golán, y junto a ella, sus recursos de
agua; segundo, balcanizar el país promoviendo conflictos religiosos y étnicos
con el resultado de un Oriente Medio más debilitado y dividido, lo que en
definitiva ayuda a sus planes y los planes de Estados Unidos y la Unión Europea
en la región.
Sin embargo, cada vez son más constantes los partes de prensa y
análisis de expertos sobre los acontecimientos en la región que indican que la
estrategia interna de Estados Unidos y Occidente, de armar y los grupos de
oposición en Siria y de entrenar e introducir en el país miles de mercenarios,
pagados y también armados por Estados Unidos y la Unión Europea, está
confrontando serios problemas. Se indica que en estos momentos el Ejército
sirio está tomando la ofensiva en los diferente frentes de guerra colocando a
la defensiva al denominado Ejército Libre Sirio y las milicias fundamentalistas
mercenarias, incluyendo grupos vinculados a Al Qaeda, introducidas con el apoyo
de las monarquías árabes de la región dentro de Siria como lo hicieron antes en
Libia.
De acuerdo con el profesor Michael Chossudovsky, en un articulo
publicado para Global Research bajo el título America is Losing its Covert Syria War: U S Sponsored Al Nusra Rebels
Defeated by Syrian Armed Forces el pasado 12 de mayo de 2013, el ejército
sirio ha logrado interrumpir las rutas de suministro de armas a los grupos
mercenarios entrenados por Estados Unidos de Al Qaeda del Frente Al Nusra,
infligiéndoles numerosas bajas y diezmando sus unidades de combate. Mientras
Estados Unidos se convence de que cada día es más difícil que los rebeldes y
mercenarios puedan derrocar el gobierno constitucional de al- Asaad, nuevamente
se baraja con el apoyo entusiasta de la Unión Europea y en consecuencia de la
OTAN, al propuesta de crear una zona de exclusión aérea similar a la ensayada
contra Iraq luego de la Guerra del Golfo de 1993; o la desarrollada contra
Libia; como mecanismo justificador para las operaciones militares futuras de la
OTAN contra el gobierno sirio.
La posición expresada por la Federación Rusa, según su Vice Ministro
de Relaciones Exteriores, Gennady Gatilov, es que la experiencia de las
resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU para la creación
de una zona de exclusión en Libia demuestran que las mismas pueden más adelante
interpretarse arbitrariamente y ser cambiadas en torno a lo que era su
intención al adoptarlas para atender los intereses políticos de algunos
sectores.
Desde la perspectiva de búsqueda de una solución política al conflicto
sin la intervención militar extranjera en Siria, la Federación Rusa está
procurando promover una iniciativa de la cual también participe la República
Islámica de Irán, el gobierno siro y la oposición siria, que permita
eventualmente un acuerdo que ponga fin a la guerra civil. El Ministro de
Información sirio, Omran al- Zoubi, sin embargo, ha sido claro y enfático,
consciente de que en camino se encuentra la propuesta de una conferencia
internacional en Ginebra donde Estados Unidos y sus aliados perseguirán que el
presidente sirio deje a un lado el gobierno, en afirmar que su país, si bien
procura la búsqueda de una solución del conflicto, no consentirá en ninguna
medida que afecte su soberanía. Al expresarse afirma que solo el pueblo sirio
es quien tiene el derecho a determinar mediante el voto democrático quién ocupe
la presidencia del país.
Barack Obama en su condición de presidente de Estados Unidos ha
advertido desde hace meses que la línea demarcatoria para una intervención
militar directa de Estados Unidos en la guerra civil en Siria, guerra esta que
Estados Unidos alimenta y estimula mediante el apoyo, preparación militar y
suministro de armamentos a los grupos mercenarios y a la oposición en Siria,
está en el uso por parte del gobierno de armamento tóxico. A pesar de lo
anterior, información circulada en la prensa internacional da cuenta de los
entrenamientos que a diario reciben los mercenarios en campamentos localizados
en Jordania y Turquía donde se incluye el manejo de armamentos químicos.
De hecho, mientras se lleva a cabo una campaña internacional acusando
al gobierno sirio por el uso de armas químicas contra fuerzas insurgentes, un
parte de prensa de la Agencia Reuters del pasado 5 de mayo informa que una
Comisión Independiente de las Naciones Unidas sobre investigación de
violaciones de derechos humanos denunció el uso de armamento químico por parte
de los insurgentes sirios contra soldados del gobierno. Carla Del Ponte, una ex
fiscal general suiza que sirvió como fiscal en casos llevados ante la Corte
Internacional de Justicia en la anterior Yugoeslavia, señaló a la oposición
siria y no al gobierno en el uso de gas sarín, proscrito por las leyes
internacionales.
Todo apunta a que Occidente e Israel apuestan a profundizar el
conflicto sirio recurriendo a otras medidas antes el descalabro que vienen
sufriendo los rebeldes sirios y los mercenarios en Siria. Entre estas medidas,
además de las provocaciones efectuadas por el gobierno de Israel, se encuentran
esfuerzos adicionales por mejorar el armamento de los grupos que a diario
introducen en el país para continuar su desestabilización. Ni Estados Unidos,
la Unión Europea e Israel han descartado una intervención militar unilateral en
Siria, ni la Federación Rusa da muestras de debilitamiento en sus advertencias
a Occidente sobre su compromiso con la defensa del gobierno constitucional de
Siria. Las próximas semanas se perfilan como decisivas en torno a si en efecto
ocurrirá o no una escalada de parte de Estados Unidos y sus aliados
contra el gobierno constitucional y legítimo en Siria.