“El ejército Sirio ha liquidado más terroristas en Siria que los soldados americanos en Afganistán”
Por Juan Francisco Coloane (Desde Siria, especial
para ARGENPRESS.info)
Siria y la sensación militar
MIÉRCOLES, 15 DE MAYO DE 2013 / En Ramadán, agosto del año 2012, el coronel del ejército sirio
Hussein Daud fue secuestrado por un grupo de opositores armados cuando
acompañaba a su esposa al mercado. Los secuestradores lo forzaron a declarar
que estaba en contra del gobierno. Resistió hasta que lo decapitaron. Aida su
viuda cuenta de 12 oficiales que han sido secuestrados y decapitados para
incentivar pánico en el ejército, desmoralizar la infantería y por cierto los
estamentos superiores de fuerzas armas sirias que no han claudicado frente a
una intervención extranjera no convencional. Como en Aleppo y Homs y en parte
de la periferia de Damasco, son acciones de terroristas apertrechados en los
barrios expandiendo operadores armados para generar terror urbano.
Hay pliegues de
esta guerra irregular impuesta en Siria que se desconocen. Lo que existe es una
visión fragmentada de acuerdo a la intensidad de los enfrentamientos y su
movilidad geográfica. Lo que sí se constata, es que los epicentros de combates
de mayor volumen corresponden a ciudades o en periferias de ciudades cercanas a
las fronteras permeables a la infiltración de contingente y equipamiento.
Turquía y Jordania destellan en este plano y en menor medida la frontera con
Irak y el Líbano.
Si el gobierno de Assad no tuviera el apoyo popular, seria una presa fácil para la agresión. |
El patrón de
los enfrentamientos se caracteriza por el uso una fuerza irregular usando una
estrategia de doble punta: terrorismo y francotiradores para generar pánico y
destrucción de infraestructura. Por estos rasgos bien definidos y por el tipo
de contingente para- militar que se infiltra por los 1500 kilómetros de
frontera, lo de Siria está lejos de ser una guerra civil. Los civiles huyen o
son diezmados y lo que se ha implementado es una intervención extranjera con
fuerzas armadas irregulares que atraviesan la frontera. No hay trazos de una
rebelión interna masiva que permita justificar el uso del término guerra civil.
Soldados rasos del ejército sirio |
La primera gran
batalla en esta irregular guerra se inició en el plano mediático con una
formidable ventaja a favor de la oposición al gobierno. Esta ventaja se empieza
a revertir con iniciativas de sectores humanitarios de diversos países para
difundir lo que se omite. Por ejemplo el del incansable esfuerzo del empresario
sirio-venezolano Naim Chabouk, hay que decirlo.
En las otras
batallas se han producido hasta mayo de 2013 alrededor de 80.000 muertes.
Fuentes no oficiales calculan que 30.000 insurgentes desde mercenarios
internacionales, terroristas de Al Nusra, hasta sirios presionados, son
atribuibles al ejército sirio. “El ejército Sirio ha liquidado más terroristas
en Siria que los soldados americanos en Afganistán “, señala un reportero
independiente. Agrega con cierta ironía: “Pase lo que pase, los sirios ahora
son los grandes especialistas en combatir terroristas”.
La frase no
deja de revelar una realidad. Siria posee el capital humano bélico que mejor ha
sabido manejar la transición de una guerra convencional a una no convencional
con múltiples estrategias de desestabilización. “Es una fuente de recursos que
se la querría el Pentágono. Las deserciones han sido insignificantes, aunque sí
ha habido presiones para recibir recompensas varias, especialmente monetaria”,
dice un ex militar con experiencia de combate en el Líbano. Fuentes locales
dispersas anti Gobierno señalan que no mas de 10% de los insurgentes son
extranjeros, mientras funcionarios de gobierno contactados indican lo
contrario, no más 10 % son sirios que tomaron las armas.
Mujeres sirias en el ejército. |
Una cifra
aproximada de opositores extranjeros armados proveniente de un par de jóvenes
sirios que devoran Internet revela que podrían haber llegado 50.000
combatientes a Siria. ¿Es creíble esa cifra? Por la porosidad y amplitud de las
fronteras, por las mínimas deserciones en el ejército, y porque no hay una
oposición interna al gobierno marcada, -lo que existe es una población que se aparta
de las zonas de combate-, la conjetura es que hay un flujo y reflujo de
combatientes armados entrando a territorio sirio y desapareciendo en combates o
saliendo de Siria. La cifra más escuchada respecto a la cantidad global de
opositores armados ha sido de 70.000. Varios militares sirios retirados señalan
que por la prolongación del conflicto, el número podría llegar hasta los
100.000, contando las bajas. La fuerza militar Siria puede llegar a más de
400.000, sin contar a las milicias populares.
La guerra
mediática también se da en el plano numérico de la capacidad bélica y es parte
de la estrategia. Por el patrón determinante del enfrentamiento, alimentado por
la infiltración de personal desde Turquía y Jordania, el terrorismo y
despliegue de francotiradores urbanos, los diferentes frentes de batalla están
situados cerca de la frontera. Especialistas señalan que el ejército sirio no
ha desplegado todo su poderío a la espera de los enfrentamientos con Israel o/y
Turquía, que es el diseño original antes de que Rusia, China e Irán se
comprometieran a la no intervención militar en Siria.
El pueblo Sirio
sigue batallando en las industrias y servicios para salir adelante y se da
cuenta de una intervención extranjera no convencional usando terrorismo y pánico.
Es la lucha por la independencia nacional. Imaginemos un instante una invasión
aun limitada como ésta, en cualquier país apoyada por los vecinos.
Soldados del ejército Sirio que tiene la iniciativa contra los mercenarios. |
Damasco
amaneció el pasado lunes muy asoleado después de una lluvia acompañada por la
mezcla de estruendos de relámpagos y explosiones de artillería. Los combates se
concentran en la zona periférica noreste donde está agolpada una fuerza mixta
de mercenarios y terroristas intentando penetrar la capital. No han podido, a
pesar de que contaron con al apoyo de Israel en el bombardeo del 5 de mayo.
Desde temprano el aspecto es de mucho vigor y tráfico intenso de una gran urbe
movediza que no ignora la guerra pero que funciona. Como que de repente hubiera
un nuevo aliento. No es que no lo hubiera habido, sin embargo mientras pasaban
los días después del bombardeo de Israel el habitante de Damasco sentía que su
ejército no le había fallado.
Robert Fisk, el
afamado reportero internacional cuenta en una crónica que muchos corresponsales
extranjeros en países con guerras escriben sus notas desde los hoteles y no
salen al campo de batalla. En Damasco no es necesario. La sensación de guerra
está palpable diariamente con proyectiles circulando a pocos kilómetros y el
atentado terrorista latente.
JUAN
FRANCISCO COLOANE es Analista Internacional. Miembro de la delegación
de periodistas que visita en Siria. Viaje organizado por la Unión Sirio
Venezolano, liderada por Naím Chabouk.