Por RED VOLTAIRE | 21 DE JULIO DE
2012
Viernes 20 de julio de 2012.
Hacia las 19 horas, comenzaron a transmitirse señales para la inclusión de
nuevos canales en los
satélites ArabSat y NileSat . Esas transmisiones imitan
las de los canales de televisión de Siria, reproduciendo incluso su
presentación visual y sus logotipos de identificación. Por el momento, la
programación de esos nuevos canales está presentando cantos patrióticos.
Según los especialistas, esas
transmisiones provienen de Australia, donde probablemente se originan en una
base de la NSA, la National Security Agency de Estados Unidos.
En cuanto a las verdaderas
transmisiones de los canales de televisión sirios, los satélites ArabSat y
NileSat dejaron de retransmitirlas desde ayer viernes. Los sitios web de los
canales de televisión sirios han sido además blanco de ataques que impiden el
acceso de los internautas.
Según la agencia siria
SANA, citada por Ria-Novosti [1], una empresa de producción de escenografía
cinematográfica ha construido en Al-Zubayr (Qatar) una serie de escenarios que
reproducen varias ciudades sirias, donde están siendo rodados falsos reportajes
noticiosos para alimentar la programación de los falsos canales de televisión
retransmitidos por los satélites ArabSat y NileSat.
Un amplio perímetro de
seguridad se ha instalado alrededor de los estudios de la televisión nacional
siria. Se ha cortado el acceso a la plaza de los Omeyas, donde se encuentra la
sede de la televisión, y el tráfico vehicular fue desviado hacia el túnel que
pasa bajo la plaza. Durante la tarde, una explosión tuvo lugar en ese túnel, lo
que fue interpretado como un intento tendiente a obstruirlo. Las autoridades
sirias decidieron entonces no arriesgarse a reabrir la circulación en la plaza,
donde se halla el acceso principal a los estudios de la televisión nacional, y
prefirió interrumpió completamente la circulación a través de esa
arteria.
El pasado 27 de junio, el
Ejército «Sirio» Libre atacó y destruyó los estudios del canal privado
Al-Ikhbariya.
Durante la tarde del
viernes, un presentador de la televisión siria, Mohammed Saeed, fue
secuestrado en Damasco por el ESL.
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La batalla de Damasco ha
comenzado
20 Julio 2012
Por Thierry Meyssan
Red Voltaire/Cubadebate
Las potencias occidentales y
los países del Golfo han emprendido la operación de guerra secreta más
importante que se haya visto desde la de los Contras, en Nicaragua.
Hace ya 5 días que Washington
y París dieron inicio a la operación «Volcán de Damasco y terremoto de Siria».
No se trata esta vez de una campaña de bombardeos aéreos sino de una operación
de guerra secreta comparable a desarrollada en Centroamérica en tiempos de la
administración Reagan.
Entre 40 y 60,000 Contras,
principalmente libios, han entrado en el país en varios días, esencialmente a
través de la frontera jordana. La mayoría están vinculados con el Ejército
«Sirio» Libre, estructurado bajo las órdenes de Turquía para servir de pantalla
a las operaciones secretas de la OTAN.
Algunos son miembros de
grupos de fanáticos, entre ellos al-Qaeda, creados bajos las órdenes de Qatar y
de una facción de la familia real de Arabia Saudita: los Sudairis. Se
apoderaron a su paso de varios puestos fronterizos, antes de llegar a la
capital, donde sembraron la confusión atacando al azar los objetivos que
encontraban a su paso: como grupos aislados de policías o de militares.
En la mañana del miércoles,
una explosión destruyó la sede de la Seguridad Nacional, donde se reunían
varios miembros del Consejo de Seguridad Nacional. La explosión costó la vida
al general Daud Rajha, ministro de Defensa; al general Assef Chawkat, ministro
adjunto; y al general Hassan Turkmani, adjunto del vicepresidente de la
República. Se desconoce aún el modo exacto en que fue realizada la operación.
Podría tratarse de un atentado suicida o de un ataque realizado con un avión
sin piloto.
Washington esperaba que la
decapitación parcial del aparato militar sirio condujese a varios oficiales
superiores a desertar con sus tropas, o sea a volverse contra el gobierno
civil. Pero no ha sido así. El presidente Bachar al-Assad firmó inmediatamente las
nominaciones de los sucesores de los fallecidos, garantizando así a la
perfección la continuidad del Estado.
En París, Berlín y
Washington, los mismos que ordenaron la operación se han entregado además a una
sucia maniobra que consiste en condenar el acto terrorista a la vez que
confirman su apoyo político y logístico militar a los terroristas que lo
cometieron. De forma totalmente desvergonzada concluyeron que los responsables
de los asesinatos no son los realizadores del atentado sino las propias víctimas,
por haberse negado a dimitir bajo la presión de esos mismos gobiernos y por no
haber aceptado entregar su patria a los apetitos occidentales.
Caracas y Teherán han
expresado sus condolencias a Siria, subrayando que el ataque fue ordenado y financiado
por las potencias occidentales y los países del Golfo. Moscú también expresó
sus condolencias y observó que el pedido de sanciones contra Siria en el
Consejo de Seguridad de la ONU constituye un respaldo político a los
terroristas que atacan ese país.
Los canales de la televisión
siria comenzaron a transmitir cantos patrióticos e imágenes del ejército.
Interrumpiendo la programación, el ministro de Información, Omran al-Zou’bi,
lanzó un llamado a la movilización de toda la ciudadanía. No es momento para
querellas entre gobierno y oposición. La Nación está enfrentando una agresión
externa. Recordando el artículo que publiqué en Komsomolskaya Pravda, donde
describía la operación mediática de desmoralización preparada por los canales
occidentales y del Golfo [1], el ministro alertó a sus conciudadanos sobre el
inminente comienzo de dicha operación. Posteriormente desmintió las falacias de
los canales del Golfo sobre un supuesto motín en la 4ª división y sobre una
serie de explosiones que habrían destruido el cuartel principal de dicha
división.
Los canales nacionales sirios
han transmitido varias veces por hora las indicaciones necesarias para que los
telespectadores sirios puedan captar sus programas a través del satélite
Atlantic Bird, en caso de que se interrumpiera su transmisión a través de los
satélites ArabSat y NileSat.
En Líbano, Hassan Nasrallah
recordó la hermandad de armas existente entre el Hezbollah y Siria, forjada en
la lucha contra el expansionismo sionista, y garantizó su respaldo al Ejército
Árabe Sirio.
El atentado fue la señal de
inicio para la segunda parte de la operación. Los grupos armados infiltrados en
la capital se lanzaron al ataque de diversos objetivos, de forma más o menos
selectiva. Por ejemplo, un centenar de Contras atacaron la casa próxima a mi
apartamento al grito de ¡Alá Akbar! Un alto responsable militar reside en el
lugar. Hubo 10 horas de combate ininterrumpido.
Al caer la noche, el ejército
respondía con discreción a los ataques de los Contras. Posteriormente, se dio
la orden de responder a los atacantes lo más enérgicamente posible. No se
trataba ya de luchar contra terroristas que venían a desestabilizar Siria. La
nueva misión era enfrentar una inconfesable invasión extranjera y proteger la
patria en peligro.
La aviación entró entonces en
acción para destruir las columnas de mercenarios que tratan de alcanzar la
capital.
Al final de la mañana, la
calma se restablecía progresivamente en la ciudad. Los Contras y sus
colaboradores se veían obligados a retirarse. Se restablecía la circulación en
las carreteras y las grandes arterias y se instalaban barreras para filtrar el
tránsito en el centro de la ciudad. La vida volvía a su curso cotidiano, aunque
aún podían escucharse disparos aislados en diversos lugares. La mayoría de los
comercios permanecían cerrados y largas colas podían verse ante las panaderías.
Se piensa que el asalto final
puede tener lugar durante la noche del jueves al viernes y durante la jornada
del propio viernes. Es indudable que el ejército nacional sirio saldrá
nuevamente victorioso ya que tiene a su favor la correlación de fuerzas. Se
trata además de un ejército de reclutas que goza del apoyo de la población, e
inclusive el respaldo de la oposición política interna.
Conforme a lo previsto, los
satélites ArabSat y NileSat desconectaron durante la tarde la señal del canal
sirio de televisión Ad-Dounia. La CIA pirateó la cuenta de Ad-Douni en Twitter
para transmitir mensajes falsos que anunciaban una retirada del ejército
nacional sirio.
Los canales de televisión del
Golfo anunciaron un derrumbe de la moneda siria, como preludio de la supuesta
caída del Estado. El gobernador del Banco Central, Adib Mayaleh, se presentó
ante las cámaras de la televisión siria para desmentir la nueva intoxicación y
confirmar que la tasa de cambio sigue siendo de 68,30 libras sirias por un
dólar estadounidense.
Conferencia de prensa del
general Robert Mood sobre la batalla de Damasco, que él mismo observa desde…
las ventanas de su hotel.
Se desplegaron refuerzos en
los alrededores de la plaza de los Omeyas, para proteger los estudios de la
televisión estatal, que todos los enemigos de la libertad consideran un
objetivo prioritario. Se han instalado estudios auxiliares en el hotel Rosa de
Damasco, donde pasan cómodamente su tiempo los observadores de la ONU. La
presencia de estos observadores militares de la ONU, que no han permitido que
el ataque contra la capital interrumpa su farniente, sirve de facto de
protección a los periodistas sirios que arriesgan sus vidas para mantener
informados a sus conciudadanos.
En el Consejo de Seguridad de
la ONU, la Federación Rusa y China recurrieron por tercera vez al veto ante una
proposición de resolución en la que los países occidentales y las monarquías
del Golfo trataban de abrir el camino a una intervención militar internacional.
Los representantes de Rusia y China ante el Consejo de Seguridad han denunciado
incansablemente la propaganda tendiente a presentar como una revuelta ahogada
en sangre lo que en realidad es una agresión exterior contra el Estado sirio.
Se estima que la batalla de
Damasco puede reanudarse esta noche.
(Tomado de Red Voltaire)