sábado, 11 de agosto de 2012

MUNDO: Amenazantes maniobras navales de Francia e Inglaterra



¿Cual es la intención de las maniobras navales de
guerra de Francia e Inglaterra en las cercanías de la
costa siriana?


En Siria recupera terreno el presidente, sin mediación a la vista El mediador de la ONU ya presentó su renuncia. En Siria, más que la diplomacia, están hablando las armas. Y preocupan ejercicios navales anglo-franceses en el Mediterráneo. Al Assad recuperó la segunda ciudad.
Por Emilio Marín
El ghanés Kofi Annan tuvo muchas difíciles misiones diplomáticas, como en Ruanda y Bosnia, pero la peor fue Siria. En febrero fue designado “enviado especial” por la ONU y renunció el pasado 2 de agosto. Su plan de paz no fue cumplido en un terreno donde, desde marzo de 2011, luchan grupos alentados por Arabia Saudita, Qatar y Turquía, contra el presidente Bashar Al Assad.
En los 17 meses transcurridos han muerto miles de personas, que las agencias de noticias alineadas con Washington y las monarquías petroleras adjudican en exclusividad a las tropas gubernamentales. Sin embargo está a la vista que, al igual que en Libia, los mal llamados “rebeldes” y “revolucionarios” (así los denominan hasta los reportes del británico The Independent publicados por Página/12) no se quedan atrás en asesinar soldados y población civil.
Las propias potencias occidentales y de la OTAN que apoyan activamente a los contrarrevolucionarios sirios ha comenzado a trasuntar cierta preocupación por la incidencia que tienen los grupos ligados a Al Qaeda.
Frente al recrudecimiento de atentados terroristas con carros-bomba tan empleados por aquella red terrorista, el gobierno de Irak aclaró que muchas células de ese origen habían cruzado su frontera hacia Siria.
Con cables de las agencias EFE, Reuters y AP, el diario “La Nación” publicó “La red Al-Qaeda gana terreno en Siria” (26/7). La bajada completaba: “Cientos de extremistas de la organización entran a través de la frontera iraquí; serían responsables de centenares de atentados”.
El 18 de julio pareció tener ese mismo sello un atentado con bomba en el Departamento de Seguridad Nacional, en Damasco. Allí murieron cuatro altos dirigentes de esa área. “Lejos de condenar el atentado, Estados Unidos, que responsabiliza de la crisis a Damasco, dijo que el ataque demuestra la necesidad de aumentar la presión para que caiga Al Assad, al tiempo que aplicó nuevas sanciones económicas contra el gobierno sirio”, puntualizó un cable de Télam publicado por LA ARENA (19/7). Después estalló una bomba en la sede la televisión estatal, aunque el ministro de Información, Omran Zombi, dijo que el canal continuaría emitiendo sin interrupciones.
Leon Panetta hizo aquellas declaraciones tan contrarias a la democracia y la estabilidad de Siria. Al secretario del Pentágono no le importaban los sufrimientos sirios, lo que es fácilmente explicable. Pero tampoco le preocupaba que Al Qaeda, participando de un frente que derribara a Al Assad, pudiera quedarse con parte de los arsenales químicos y biológicos que se adjudican a éste.
Así se desnudaron una vez más los dobles raseros de Washington. Con el cuco de Bin Laden militarizaron el mundo e invadieron países, pero cuando ese mismo terrorismo pone bombas en Damasco, lo valora como un aliado.

Cambio en la guerra

En una nota anterior “Estados Unidos y aliados quieren repetir lo de Libia en Siria”, publicada en LA ARENA (24/7), se estimó que la oposición armada había logrado algunos avances. Haber descabezado a la Seguridad Nacional era parte de ese crecimiento, como sus ocupaciones durante algunos días de barrios de Damasco. Por un tiempo siguió ese fenómeno, luego que esos grupos armados -desalojados de la capital- se abroquelaran en Aleppo, la segunda ciudad en importancia, con 2.5 millones de habitantes y un rol clave en la economía.
Eso fue hace poco menos de veinte días atrás. Ahora hay cambios en el escenario de guerra, favorables al gobierno. Luego de una dura batalla, donde las tropas estatales emplearon infantería, artillería y hasta helicópteros y aviones, pudieron recuperar toda la ciudad de Aleppo, incluyendo barrios como Salaheddine y Ashrafiye donde el llamado Ejército Libre Sirio (ELS) había tomado posiciones. Ahora habrá que aguardar para saber si esa recuperación se consolida. Sería un dato muy favorable para la perspectiva de Al Assad.
Ciertas actitudes de la contrarrevolución sugieren que está en retroceso. Viene apelando más de la cuenta a mentiras propagandísticas que rápidamente se muestran como tales. Por ejemplo, falsificando un mensaje de Twitter del ministro del Interior ruso puso en boca del embajador ruso en Damasco, Sergei Kirpichenko, que Al-Assad había resultado “muerto o herido”. Era falso. Antes se habían adjudicado el asesinato a un militar ruso que asesoraba al gobierno, pero el aludido, Vladimir Kusheyev, los desmintió desde Moscú.
Es una señal que falla pocas veces. Cuando un bando apela a esos recursos es porque quiere hacer daño al otro en la propaganda, pues no lo está logrando en el escenario bélico propiamente dicho.
Donde no mintió el Consejo de Nacional Sirio (CNS) fue en que había logrado la deserción del primer ministro, Riad Hiyab, supuestamente en Jordania, aunque su gobierno desmintió que estuviera allí. La traición de Hiyab no puede subestimarse porque indica tendencias centrífugas en lo bien alto del gobierno. Abdel Basset Sayda, del CNS, sostuvo: “esto significa que el régimen se desmorona; es el principio del fin”.
Esa fue una operación exitosa de la oposición pero no pone fin al conflicto; ni siquiera le permite dar vuelta la correlación de fuerzas de las últimas dos semanas, favorable a Al Assad. La recuperación de Aleppo pesa muchísimo más en la balanza que un alto funcionario captado por los petrodólares.

¿Una mayor intervención?

La guerra civil en Siria tuvo desde el vamos un componente de injerencia extranjera, por el apoyo en política, armas y fondos de varias potencias extranjeras al bando del CLS y ELS, asentados en Turquía. Era un secreto a voces que EE UU era parte activa de esta operación. Y se confirmó en la primera semana de agosto, cuando la CNN develó que la administración Obama había aprobado “12 millones de dólares de ayuda humanitaria, que comprende equipos de comunicaciones y medicinas”. La CIA fue autorizada a prestar colaboración a la oposición siria y ya le pasa información satelital y de otras fuentes sobre la ubicación de las tropas oficiales. Esta es la parte del iceberg bien visible. Por su parte Europa Press informó que los norteamericanos mantienen “un comando secreto dirigido por Turquía, con la colaboración de Qatar y Arabia Saudita”.
El portal ruso Rusia Today (RT) difundió el 9 de agosto que apenas concluyan los Juegos Olímpicos habrá maniobras navales franco-británicas en el Mediterráneo este, cerca de las costas de Siria. Las maniobras conjuntas se llaman “Cougar 12”, con ejercicios de desembarco en Cerdeña, Albania, Turquía y Chipre, a 150 km. de Siria.
“Los británicos enviarán al Mediterráneo el portahelicópteros 'Illustrious', junto con el buque anfibio 'Bulwark', el destructor 'Defender' y un submarino. A bordo de 'Illustrious' habrá unos 400 infantes de marina, así como un complemento de helicópteros de ataque AH-64 (el mismo que usaron en Libia el año pasado)”, informó RT. La flota francesa incluirá al portaaviones “Charles De Gaulle” y otras naves de apoyo.
Mientras se realicen las maniobras “Cougar 12”, el Pentágono tendrá en la zona al portaaviones nuclear “John C. Stennis” y a su similar “Eisenhower”. Cualquier similitud con los prolegómenos de la agresión de la OTAN contra Libia no es pura coincidencia.
De Al Assad se podrán decir muchas cosas menos que sea un pusilánime. Frente al armado de una coalición internacional respaldando a sus enemigos internos que juzga como “terroristas”, buscó sus propias alianzas. Siguió cultivando buenos vínculos con Rusia y China, quienes vetaron por tres veces resoluciones estadounidenses que habrían sancionado a Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Asimismo tuvo un gesto político relevante, al recibir al jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Irán, Saeed Khalili, cercano al ayatollah Ali Khamenei, “líder supremo” de la nación persa. A manera de solidaridad con el país agredido, Khalili declaró que “la República Islámica de Irán no permitirá que se rompa el eje de la resistencia y Siria es una parte esencial de ese eje”. El funcionario venía de El Líbano, donde se había reunido con Nassan Nasrallah, líder del movimiento chiíta Hizbollah. En esa visión, el “eje de la resistencia” está compuesto por Irán, Siria, Hizbollah y Hamas. Se dirá que a aquellos los aglutina la corriente chiíta (y su tendencia alawita en Siria), pero en esta contienda hay cuestiones políticas y económicas que trascienden mucho las pertenencias religiosas.
Y frente a esa opción política, los diferentes gobiernos del mundo van tomando posición, no siempre coincidentes. Por ejemplo, EE UU logró el 3 de agosto pasado que la Asamblea General de la ONU votara una condena política a Siria por violar supuestamente los derechos humanos.
Eso dividió a la Unasur, porque Venezuela y Bolivia, como Cuba, Nicaragua, Rusia y China sufragaron a favor de Siria, pero lamentablemente Argentina lo hizo a favor de la moción redactada por el Departamento de Estado y su representante Susan Rice.