domingo, 14 de octubre de 2012

Otegi: «Debemos ir hacia Euskal Herria, nuevo estado de Europa»


por Salvador Cot - Nació Digita

Domingo, 14 de Octubre de 2012 19:33

Otegi: «Debemos ir hacia Euskal Herria, nuevo estado de Europa»
El líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, plantea un cambio de estrategia para abandonar la vía norirlandesa y acercarse a los planteamientos del soberanismo catalán.
Este sábado se cumplieron tres años exactos desde que Arnaldo Otegi (Elgoibar, 1958) fue encarcelado por pertenecer a Batasuna, una organización que el sistema político y judicial español comenzó a considerar que pertenecía a una especie de ETA global a partir de finales de los años noventa. Otegi está recluido en el centro penitenciario de Logroño. Es desde allí que responde, en exclusiva, a las preguntas de Nació Digital .

- Un filósofo vasco que usted debe conocer, Xabier Zubiri, escribía que “La inteligencia no “ve” la realidad impasiblemente, sino impresivamente”. En este sentido, el proceso de paz parece avanzar, pero la imagen de un Arnaldo Otegi encarcelado genera una impresión muy determinante...

- Zubiri hablaba de la “inteligencia sentiente”, y la impresión que cita refleja con evidente claridad que los enemigos de la paz tratan de sabotear o incluso colapsar el nuevo tiempo que la izquierda abertzale ha abierto en Euskal Herria. Los enemigos de la paz, que son muchos y muy poderosos, y que están instalados en los lugares claves tanto de la jerarquía policial o militar como en los consejos de administración de grandes empresas, entidades financieras y medios de comunicación, estaban cómodos en un escenario de confrontación armada de baja intensidad del cual extraían ingentes beneficios tanto políticos como económicos. Nuestro delito -el mío y el de mis compañeros encarcelados- es haber sido los responsables de la desaparición de ese escenario y su substitución por otro exclusivamente pacífico y democrático. Por eso nos encarcelaron y nos mantienen en prisión.

- Las encuestas, incluso una del diario El Mundo, anuncian un vuelco inédito en el mapa electoral vasco, con un porcentaje superior al 60% para la suma de PNV y la izquierda abertzale. ¿Hasta qué punto es un mérito de las diversas fuerzas de ámbito vasco y en qué porcentaje se trata de una reacción frente a un gobierno con una base social insuficiente?

- El gobierno PSOE-PP sólo fue posible en términos de aritmética parlamentaria porque la voluntad democrática de la ciudadanía de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) fue amputada mediante nuestra ilegalización. Se trataba de hacer creer a la opinión pública del estado que nuestra ciudadanía había optado por fin por dar su confianza mayoritaria al constitucionalismo español. Y no fue sinó un intento absurdo de ocultar la realidad mediante el empleo sostenido de una gran mentira, que tengo la impresión de que acaban por creerse. Ahora, cuando el conjunto de las sensibilidades políticas del país hemos concurrido a las últimas citas electorales, toda su realidad virtual se ha derrumbado como un castillo de naipe. Así que las próximas elecciones de la CAV volverán a poner negro sobre blanco el carácter cada vez más minoritario de las posiciones constitucionales españolas en esta parte de nuestro país.

- De confirmarse esta tendencia. ¿Cuál es su pronóstico para conformar una mayoría en el Parlamento de Vitoria?

- Permítame primero una predicción: las fuerzas políticas soberanistas en la cámara sobrepasaremos con creces la mayoría absoluta, si me permite ser generoso e incluir al PNV como fuerza decididamente soberanista. Pero además creo que también habría mayoría absoluta sumando a la izquierda, siendo, si me lo permite, ya extremadamente generoso al considerar al PSE como fuerza de izquierda. Así que, antes de hablar de mayorías, necesitamos fijar las grandes prioridades de esta nueva legislatura, que para mí son fundamentalmente tres: consolidar la paz, diseñar un nuevo marco político y hacer frente a la crisis económica. Para las dos primeras necesitamos el concurso de todos sin exclusió. Y para la tercera, desde nuestro punto de vista, sólo podemos conformar mayorías con aquellos que se planteen con claridad políticas alternativas a las que plantean los saqueadores del estado del bienestar.
“Debemos poner todo nuestro esfuerzo de carácter unilateral en la construcción de un nuevo estado independiente de Europa”
- La izquierda abertzale contempla algún itinerario hacia el derecho a decidir que no incluya al PNV?

- El derecho de autodeterminación forma parte del bloque de los derechos humanos elaborado por Naciones Unidas. No es un derecho que pueda ser sometido a transacción, se trata de una reivindicación casi pre-política. Es respecto a su ejercicio sobre lo que hay que alcanzar un acuerdo, del cual nosotros no excluimos a nadie. Pero permítame que le adelante una reflexión. Llevamos décadas planteando ese acuerdo y el Estado siempre nos ha respondido con un portaz. Por lo tanto, creo que se ha inaugurado el tiempo en el que todas nuestras energías deben de ser empleadas en el ejercicio práctico de este derecho y en la configuración pacífica y democrática de una gran mayoría que reivindique y materialice esta propuesta: Euskal Herria, nuevo estado de Europa.

- Respecto al proceso de paz, ¿qué le parece la actitud del gobierno de Madrid? ¿Cómo interpreta la reacción del ejecutivo del PP en el caso Uribetxebarria?

- El PP a hecho de la no-solución su aparente alternativa. Así que al definirlos como enemigos de la paz estamos siendo absolutamente rigurosos y proporcionados con el nivel de provocación e irresponsabilidad que están demostrando. En el caso de Iosu esa actitud ha sido además extremadamente cruel y vengativa. Los problemas no pueden solucionarse si hay una inclinación permanente y deliberada por ser esclavos de las más bajas posiciones y de los instintos más primarios. Hoy la alternativa del PP es la amenaza y la decadencia económica.

- ¿Qué tipo de progresos simbólicos se plantea la izquierda abertzale en el ámbito de las víctimas de ETA? ¿Los encuentros entre presos y víctimas contribuyen al proceso de paz?

- La izquierda abertzale, en un acto solemne celebrado en febrero en el Kursaal de Donostia manifestó “Su profundo pesar por las consecuencias derivadas y dolorosas de la acción armada de ETA y por nuestra posición política, en la medida en que haya supuesto -no de manera intencionada- un dolor añadido o un sentimiento de humillación a las víctimas”. Ahora, en el libro que acabo de publicar, yo he asumido en primera persona esa reflexión, lo cual supone un nuevo gesto en un camino que tenga la certeza de que recorreremos hasta el final. Sobre los encuentros que se han producido entre algunos presos y alguna victimas -que yo respeto escrupulosamente en el plano personal-, tengo la impresión de que, en la medida en que han formado parte del diseño publicitario de una determinada estrategia, pueden perder una parte de su valor. Dicho esto, he hecho una propuesta a la izquierda abertzale para que abra vías de comunicación directas o indirectas con todas las victimas en la búsqueda de una atmosfera humana que nos permita avanzar en nuevos compromisos con un escenario de paz y justicia para todos.
“El gobierno del PP ha rechazado reiteradamente la invitación de ETA al diálogo”
- ¿Para cuándo una entrega de armas verificable por parte de ETA? ¿Ha de escenificarse una disolución definitiva como punto final al proceso de paz?

- ETA ha efectuado permanentemente un llamamiento al estado español para el inicio de conversaciones que permitan el desarme y la disolución de las estructuras militares de su organización. El gobierno del PP ha rechazado reiteradamente esa invitación al diálogo que, además me consta, tiene el beneplácito de una buena parte de la comunidad internacional. Y esa es una actitud que no me sorprende porque para los enemigos de la paz el escenario de la disolución y el desarme de ETA forma parte de sus peores pesadillas políticas porque, al fin y al cabo, sin ETA actuando como el gran enemigo interior ya no existen excusas ni argumentos democráticos para oponerse a nuestros derechos nacionales y democráticos. Entonces sólo les quedan la fuerza, la amenaza y la imposición. Y en eso están.

- ¿Existen contactos estables entre el actual gobierno español y la izquierda abertzale o ETA?

- Hasta donde a mi me alcanza la información no existen, a día de hoy, ningún tipo de contactos en lo que se refiere al gobierno español.

- Después de tantos años de conflicto con violencia, ¿usted se consideraría un lehendakari aceptable para el conjunto de la ciudadanía vasca?

- Comprenderá que hablar de mí en primera persona me produce pudor y es un ejercicio de vanidad que siempre procuro ahuyentar, así que le responderé en términos colectivos: la izquierda abertzale va a conformar un día, con absoluta certeza, un gobierno vasco de izquierdas que sea aceptado y aceptable para la inmensa mayoría del pueblo vasco.

- Pasada la Diada, las encuestas detectan una mayoría social independentista en Cataluña. ¿Cree que un proceso como el catalán, sin presos ni violencia, puede concitar más simpatía internacional o avanzar más rápidamente entre la opinión pública?
“Sí que pienso que, aparentmente, el ritmo catalán se ha acelerado”
- Desde mi punto de vista, los procesos de recuperación de nuestra soberanía por parte de vascos y catalanes forman una especie de vasos comunicantes en términos políticos. En cualquier caso, la no existencia de presos, refugiados y victimas en Cataluña facilita enormemente el desarrollo de un proceso exclusivo de demanda de soberanía. Nosotros, por el contrario, necesitamos invertir una gran parte de nuestras energías en la solución de lo que denominamos las consecuencias del conflicto. Solución en la que, además, el concurso del gobierno español y del francés es absolutamente necesario. Dicho esto, le diré que este factor no creo que tenga una especial incidencia en las posiciones de la comunidad internacional. En cuanto a los ritmos, sí que pienso que, aparentemente, el ritmo catalán se ha acelerado. Pero no tenga ninguna duda de que ese ritmo contagiara al nuestro y viceversa.

- ¿Qué diferencias esenciales observa entre ambos procesos?

- Además de la existencia de presos, que comentaba antes, creo que hay dos diferencias notables que también se harán presentes en nuestro país con el tiempo: Un envidiable protagonismo de la sociedad civil catalana y la extensión de la base popular independentista por motivos de carácter económico. Esos dos ingredientes deben hacer irreversible el proceso iniciado.

- El nacionalismo vasco siempre ha mantenido una relación estrecha con el movimiento republicano irlandés. Superada la violencia, ¿ese modelo se desplazaría a Escocia?

- Nosotros seguimos manteniendo una relación estrechísima con el movimiento republicano irlandés, pero quiero aprovechar esta pregunta especialmente interesante para tratar de responderla en términos estratégicos. Irlanda era para nosotros un espejo tanto por la existencia de una confrontación de carácter político-militar con presos y victimas, como por la reivindicación de un marco intermedio, de carácter táctico, que permitiera al pueblo irlandés ejercer el derecho de autodeterminación. Nosotros también llevamos décadas defendiendo ese acuerdo político intermedio con el estado, que sería autonomía más derecho a decidir. Pero hoy, y eso es lo substancial en términos estructurales, necesitamos hacernos estas preguntas: ¿Es posible ese acuerdo con el actual estado español? ¿Es posible ya un acuerdo intermedio que no contemple, por ejemplo, la plena soberanía en materia económica? Y la respuesta, a día de hoy, es no. Así que, sin renunciar a la mano tendida para ese acuerdo, pongamos todo nuestro esfuerzo de carácter unilateral en la construcción de un Estado independiente en Europa. Ellos no nos respetan, nosotros nos vamos.
Vascos y catalanes somos parte de la realidad europea y es en ese marco en el cual debemos ver satisfechos nuestros derechos nacionales y democráticos
- ¿La resolución política de los casos vasco y catalán debe ser asumida exclusivamente desde Madrid o París? ¿Europa debería implicarse en una hipotética ampliación interna?

- Vascos y catalanes somos parte de la realidad europea. Y es en ese marco en el cual debemos ver satisfechos nuestros derechos nacionales y democráticos. Y yo no tengo ninguna duda de que así será si somos capaces de articular mayorías populares sólidas en defensa de un estado propio en nuestras respectivas naciones. Y más cuando las amenazas de vetar la pertenencia de Cataluña a la UE en el caso de independizarse se multiplican. Por cierto, ¿cabe mayor grado de violencia que amenazar a todo un pueblo con un veto que podría tener graves consecuencias sociales y económicas para el conjunto de su ciudadanía? Le comentaré una anécdota que me sucedió hace más de una década durante un encuentro con una persona muy influyente de la socialdemocracia alemana, quien me afirmó, literalmente, lo siguiente: “Alemania no hará nada para favorecer la independencia del pueblo vasco, pero si la proclaman pacifica y democráticamente tampoco hará nada para defender la unidad de España”.

- El Estado español tiene dos focos de inestabilidad territorial tradicionales, articulados por opciones políticas vascas y catalanas de larga trayectoria, a los cuales se ha añadido un nuevo fenómeno en Andalucía. ¿Cree que el movimiento que lidera Sánchez Gordillo puede añadir un nacionalismo andaluz sólido al mapa político?

- Tengo un enorme respeto por el pueblo trabajador andaluz y un grado intenso de simpatía por Marinaleda, en donde existe una plaza con el nombre de Santi Brouard, compañero y maestro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, asesinado por el terrorismo de estado. También tengo esa simpatía por el SOC, Sánchez Gordillo o Julio Anguita. Dicho esto, es mi deseo que también se articule en Andalucía un nacionalismo de izquierdas sólido, porque eso contribuiría sin duda a la consolidación de una gran alianza popular y plurinacional, que impulsara la definitiva modernización del Estado Español, tanto en términos políticos como económicos.

- Me gustaría preguntarle una impresión personal. Usted ha entrado en la cárcel seis veces (1987, 1991, 2005, 2006, 2007 y 2009), las dos primeras como miembro de ETA y las últimas cuatro fruto de su actividad política. ¿Cree que esta condena será la última?

- Le seré sincero. Mientras no se produzca la democratización del Estado, todos los que, siendo coherentes, participemos en una estrategia pacífica y democrática, pero de confrontación desobediente debemos de saber y estar preparados, puesto que la cárcel seguirá estando en nuestro horizonte vital. Y en esto voy a Thoreau: “Bajo un gobierno que encarcele a alguien injustamente, el lugar adecuado para todo ciudadano honrado debería ser, también, la cárcel”.

- ¿Ha recibido algún tipo de trato diferente por parte del sistema penitenciario?

- No he recibido trato diferenciado alguno, ni yo lo aceptaría.

- Imagine un Estado vasco. ¿Los ciudadanos identitariamente españoles deberían tener alguna consideración colectiva?

- En el ámbito de la que sin duda será la Republica Vasco-Navarra -Euskal Herriko Errepublika/Republica de Navarra- todos los ciudadanos y ciudadanas gozaran de los mismos derechos y obligaciones, independientemente de su origen, raza, ideología o religión. Dicho esto, y si así lo demandaran los ciudadanos que usted menciona, podrían disponer de las consideraciones de carácter colectivo necesarias y ajustadas a las normas constitucionales de las que nos hubiésemos dotado. Siempre estaremos abiertos al diálogo y al acuerdo. Esos ciudadanos no tienen nada que temer, entre otras cosas porque esa identidad forma parte, en mayor o menor grado, de una gran parte de la familia y ciudadanos que hoy conforman Euskal Herria.

- ¿Qué es lo primero que hará cuando salga de la cárcel? En el ámbito político y en el personal, si me lo permite.

- En el ámbito político, volveré a tomarme un tiempo para hablar con el máximo número de personas y militantes de toda Euskal Herria para retomar el pulso al país y ponerme después a disposición de la izquierda abertzale. En el plano personal, necesito recuperar el tiempo robado a mi familia para volver a disfrutar de la misma, y si puedo emprender junto a ella un viaje a alguna ciudad o país cuya visita tengo pendiente. Cuba, Praga o Jerusalén, por ejemplo.
El dirigente de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, en una imagen de archivo. Foto: N.D.